Bogotá, noviembre de 2024.– Los concesionarios agremiados en Aconauto reconocen la transparencia e inclusión con que la ministra García ha tratado y permitido discutir la propuesta de reforma al Decreto Único Reglamentario del Sector Transporte (1079 de 2015).
“No dudamos en la loable intención de este Gobierno en acelerar la actividad económica del país y en ajustar las regulaciones a las necesidades actuales, y por eso desde Aconauto apoyamos toda medida que contribuya a la reactivación, así como en mitigar el impacto ambiental y de seguridad vial”, aclara Pedro Nel Quijano, presidente de la Asociación Gremial de Concesionarios de Automotores. Medidas como restablecer la tabla de valores de los fletes del transporte de carga, pero que logre el equilibrio rentable entre el transportador y el generador de carga y, además, fortalecer el aparato fiscalizador institucional que la haga respetar y exija su cumplimiento son imprescindibles.
Aconauto apoya, pero…
Sin embargo, Aconauto ve con preocupación lo regresivo que pueden resultar otras medidas dentro de la reforma al Decreto en cuestión. El principal problema que afronta la industria del transporte de carga y sus vehículos tiene varias aristas, pero se puede resumir en que, por una parte, la oferta de carga ha caído producto de la desaceleración de la economía.
Por otra parte, el esquema de reposición del 1 a 1 resultó contraproducente porque en su aplicación floreció un círculo vicioso de prácticas ineficientes que impidió el cumplimiento de las metas trazadas por el mismo Gobierno. Además, la tabla de equivalencias de Peso Bruto Vehicular (PBV) propuesta para la reposición, es inexacta y se presta para carruseles de ineficiencias al impedir el libre acceso al mercado.
No hay sobreoferta de transporte
Advertimos que la reforma del decreto de marras, tal como está prevista en los borradores que circulan, tendrá el efecto contrario a la reactivación de la economía y la sostenibilidad ambiental porque no hay exceso de parque. Por el contrario, Colombia tiene la tasa más baja de motorización de todos los países de la OCDE y en Latinoamérica solamente es mejor que la de Venezuela. Además, cabe anotar que el mayor aporte a la contaminación atribuible a fuentes móviles proviene de vehículos de más de 10 años de uso. Así, no existe posibilidad de reactivación y sostenibilidad ambiental con carros viejos y sin renovación.
Y, peor: de firmarse el Decreto tal como está propuesto, estimamos un decrecimiento de 3.500 unidades anuales en el mercado de camiones, lo que implicaría un impacto aproximado de $223.000 millones anuales, ($160.000 millones en recaudo de IVA y $63.000 millones de recaudo de aranceles). Es decir, una reducción directa en los ingresos fiscales del Estado, incomparables con el recaudo del propuesto Fondo para la Promoción y Avance Tecnológico que recogería sólo $33.000 millones de pesos, o sea, una diferencia de más de $190.000 millones de pesos de detrimento fiscal.
Aconauto propone
Con el fin de promover a reactivación económica y, con ella, una reposición del parque automotor de carga, Aconauto propone:
- Abolir el esquema de reposición de los equipos de transporte 1 a 1 porque es ineficiente para la renovación del parque automotor, dado que genera una indeseable espiral especulativa a favor de los usados, en vista de que se convierten en objeto de deseo, con el consecuente incremento en los precios, paralización del mercado automotor y dilación de las matrículas por el necesario cumplimiento de los procesos de desintegración, documentación, etc.
- Fortalecer la sostenibilidad ambiental del sector transportador mediante la renovación del parque automotor con planes atractivos de reposición.
- Restablecer la tabla de valores de los fletes del transporte de carga, buscando un equilibrio de rentabilidad entre el transportador y el generador de carga.
- Fortalecer el aparato fiscalizador institucional que la haga respetar y exija el cumplimiento de la tabla de valores de los fletes.
“En resumen, no se puede pretender que Colombia sea el Nepal de Suramérica mediante la protección de vehículos obsoletos y contaminantes; por el contrario, el país está en la capacidad de ofrecer a los propietarios un plan de reposición con créditos blandos para la adquisición de equipos nuevos, en los que la economía se reactive y haya prosperidad para todos”, expone Quijano.