Colombia, agosto de 2024 – Aunque muchos conductores conocen prácticas básicas como revisar la presión, alinear y rotar las llantas, hay cuidados menos evidentes que son cruciales para la seguridad y el buen desempeño del vehículo.
Evita la purga en caliente: Una práctica común pero errónea es la «purga», que consiste en liberar aire de las llantas durante paradas en viajes largos. Hacer esto con las llantas calientes puede reducir peligrosamente la presión al enfriarse, lo que afecta la durabilidad y el rendimiento del neumático.
Mantén la geometría vehicular en regla: Es esencial verificar los parámetros geométricos del vehículo para evitar un desgaste irregular de las llantas y mejorar la estabilidad en la conducción. Una alineación adecuada no solo asegura que el vehículo se mantenga en línea recta, sino que también facilita las maniobras de emergencia y reduce el desgaste de la suspensión, previniendo costos inesperados de mantenimiento.
Dimensiones correctas en el rin: Montar llantas en rines que no cumplen con las medidas adecuadas puede provocar deformaciones, pérdida de integridad de la carcasa y, en el caso de llantas sin cámara, fugas de aire. Es crucial asegurarse de que los rines y las llantas sean compatibles en dimensiones, siguiendo las especificaciones de entidades como la Asociación Latinoamericana de Llantas y Rines (ALAPA).
El riesgo del caster desajustado: El desajuste del «caster», que es la inclinación del pin maestro en el eje longitudinal del vehículo, puede causar problemas graves como inclinación de la dirección, inestabilidad y deficiencia en el frenado. Esto aumenta el riesgo de accidentes y provoca vibraciones en las llantas que dificultan una conducción segura.
Beneficios de las llantas sin neumático: Las llantas radiales, conocidas como «sin neumático», se han vuelto populares en el transporte de carga y pasajeros. Estas llantas tienen una capa interna de caucho más gruesa que ayuda a mantener la presión y facilita el montaje y desmontaje. Además, ofrecen ventajas como mayor capacidad de carga y menor temperatura de trabajo.
Controla el labrado regularmente: El labrado de las llantas es crucial para la tracción, control direccional y disipación del calor. Debe revisarse periódicamente, y cuando la profundidad alcanza los 1.6 milímetros, es necesario reemplazar la llanta.
Mantener las llantas en buen estado no solo protege a los conductores y sus cargas, sino que también contribuye a la seguridad vial en general. Goodyear, con su experiencia y tecnología avanzada, acompaña en cada kilómetro, asegurando un viaje más seguro y eficiente.